La pasada semana tuve que hacer unas gestiones en el centro de Oviedo. Me llevó cerca de un par de horas. Dejé mi coche aparcado en el parking de la bella plaza de La Escandalera. A pesar de su nombre, lo es, o a mí me lo parece. Soy ovetense y además mi primera entrevista de trabajo, felizmente superada, y mi primer trabajo lo tuve en ese bello edificio. Cuando dejé mi coche, había otro que protestaba. Al llegar, tras dos horas, seguía igual. ¿Son conscientes sus dueños de tal sensibilidad automovilística? Soy de oído sensible y me resulta totalmente insoportable.
