Este artículo fue publicado en TRIBUNA DOMINICAL
de EL COMERCIO el 01/10/2023
El
despiste de la gran banca
Las seis entidades cotizadas han perdido 34.000
millones en depósitos en el primer semestre, como consecuencia del bajo interés
que ofrecen. De ellos, unos 7.000 se movieron a la banca mediana y pequeña, que
sí ha incrementado su oferta de productos para remunerar mejor el ahorro de sus
clientes
Oviedo
Domingo, 1 de octubre 2023.
Comentaba yo, en una entrega previa (02/07/2023), que
resultaba bastante alarmante la bajada en la remuneración de los depósitos. El
hecho de que no se haya movido con la subida de tipos de interés, lógicamente,
ha favorecido los ingresos bancarios, por la parte de los préstamos que, a la
sazón, son sus activos. Parece que la formación financiera de los españoles no
está tan mal, lo cual es razón para felicitarnos, y tales decisiones de los
directivos bancarios han tenido sus consecuencias en la cuota de mercado en
depósitos, que ha bajado sustancialmente para los grandes bancos españoles,
derivada de esa escasa remuneración. De hecho, las seis entidades cotizadas han
perdido, en conjunto, 34.000 millones en el primer semestre. Ante la baja
remuneración del ahorro, los seis bancos cotizados (CaixaBank, Santander, BBVA,
Sabadell, Bankinter y Unicaja) acumulaban en conjunto 1,241 billones de euros
en depósitos de la clientela, lo que supone 34.000 millones menos del volumen,
a cierre de 2022.
En términos relativos supone sólo un
2,7% menos, pero, al mismo tiempo, las entidades de menor tamaño, que son las
que han realizado ofertas de remuneración para captar fondos, han aumentado su
cuota. Santander es la entidad que ha experimentado mayor pérdida en los
depósitos en España, con unos 28.000 millones (-8,3%) en comparación con el
cierre de 2022. En el caso de BBVA la caída es más leve, aunque muy evidente:
la entidad ha perdido 6.743 millones en depósitos (-3%). Cuenta con una cuota
del 13,5%, lo que supone el 0,19% menos. Igualmente, en Sabadell se
volatilizaron 2.657 millones, mientras que en Unicaja, la salida de depósitos
ha sido mucho más suave, de 291 millones, manteniendo la cuota de mercado en el
4,6%.
Para cubrirse las espaldas y más allá de una fuga del ahorro de los clientes,
las entidades explican ese efecto por dos motivos: la amortización anticipada
de créditos y el trasvase del ahorro hacia otros productos de inversión de más
alta rentabilidad. En efecto, desde comienzo de año, los hogares con liquidez
acumulada se han lanzado a amortizar parcial o totalmente sus hipotecas, para
evitar una subida de la cuota debido a las continuas alzas de tipos por parte
del Banco Central Europeo (BCE). En resultados semestrales bancarios, las
amortizaciones anticipadas ascienden a unos 9.000 millones. Y, por otro lado,
es evidente que, a raíz de las citadas subidas de tipos de interés, se desató
el furor entre los hogares por invertir en letras del Tesoro. Según datos del
Tesoro, en diciembre de 2022 los particulares mantenían unos 2.000 millones de
euros en letras (un 2,4% del total en circulación). En la actualidad, esa cifra
alcanza los casi 15.000 millones (el 21%). Además, los fondos de inversión
captaron 14.000 millones en suscripciones netas, según Inverco (asociación
española de las gestoras de fondos). En el mismo sentido que las familias se
han movido las empresas, que han retirado 18.800 millones de euros de bancos en
el último año, en el mes de julio especialmente, cuando sacaron 7.700 millones
del sector. Y eso que la banca elevó la remuneración al 2,8%, en media, a este
segmento.
Lo que es evidente es que, en estos
trasvases, quienes han estado despistados han sido los grandes bancos, porque
las entidades de menor tamaño han incrementado la oferta de productos para
remunerar mejor el ahorro de los clientes. Según el Banco de España, el
conjunto del sector bancario perdió 27.000 millones en depósitos en el primer
semestre. Habida cuenta de que las seis principales entidades perdieron los
mencionados 34.000 millones, unos 7.000 millones se movieron hacia la banca
mediana y pequeña. Ante esto, los grandes bancos cotizados han empezado a mover
ficha, comenzando a hacer ofertas que superan, en algunos casos, el 2% TAE. Sin
embargo, es en los neobancos, entidades de origen extranjero y banca 'online',
donde se pueden conseguir rentabilidades superiores al 3%. La gran banca
reconoce que el exceso de liquidez con el que cuenta le permite no tener que
mejorar la remuneración de los depósitos de forma generalizada, lo que
contrasta con el hecho de que en otros países europeos se puedan encontrar
mejores ofertas. No es justo para el ahorrador español que entidades como
Santander y BBVA, hayan lanzado depósitos al 5% en Reino Unido e Italia y, en
cambio, en España los movimientos en este sentido sean tan modestos.
En mi opinión, en la corrección de este
'despiste' de la gran banca ha ayudado mucho la actuación del Gobierno español,
a través de Nadia Calviño, que a principios del verano encargó a la Comisión
Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que investigase qué factores
explican que la remuneración de los depósitos no subiese como lo hacía en el
resto de la UE.
Incluso se llegó a amenazar al sector
con cambios legislativos para obligar a pagar más a los clientes, si finalmente
se llega a demostrar que ha existido una posible situación de colusión tácita,
o sea, que se hayan coordinado de forma indirecta, a través de su propio
comportamiento en el mercado, para evitar entrar en una guerra del pasivo
visible y más agresiva, como ocurrió en otras épocas de subidas de los tipos de
interés.
Es buena noticia que los ahorradores reaccionen –la misma
entidad remunerando de manera diferente según territorio es injusto – y que se
reconozca que, pese a su reducida remuneración, los depósitos siguen siendo el
principal destino del ahorro financiero de los españoles.