Por ahí estuvimos el día de autos.
Mi compañero de vida y yo misma. Mi inseparable compañero - no
me consta que se quiera separar de mí - que cumple hoy 53 años. El padre de mis
hijos. Un hombre de brillante inteligencia.
La inteligencia es precisamente la que lleva a concluir que este
mundo digital no proporciona afectos reales.
El Instagram me parece un exhibicionismo de shot y shot, en
general, para gente de poco uso de la palabra. No tengo, no me va.
El Twitter me parece una cloaca, con conversaciones deplorables,
cuando no faltonas directamente o más falsas que una moneda de 3 euros. Para
vendedores, o gente que está en el mercado. Yo no estoy en el mercado, desde
hace ya muchos años, y no tengo nada que vender. Me gano noblemente la vida con
investigación y dando clases. Y trabajar para Elon Musk, va a ser que no.
Y en cuanto a Facebook, que tenía su gracia, por círculos más
reducidos, va camino del Metaverso. La he cerrado hoy. Algún día tenía que
ser.
Feliz cumpleaños, Juan Ramón.
¡Muy feliz cumpleaños!
Por ahí está, mi directora de tesis.
