Esto de los matrimonios largos es una travesía singular, con altos y bajos. Y da hasta para vivir una luna de miel cuando una no espera vivir una luna de miel. La primera, de recién casados, fue en París, y no quisimos que viniera la cigüeña. Queríamos esperar y lo hicimos. Y esta, por obra y gracia de alguien empeñado en competir en un Open Internacional de Ajedrez, llamado "Trofeo Cigüeña de Plata", nos permitió conocer las delicias de Alfaro y alrededores, incluido el hecho de que tiene la colonia urbana de cigüeñas más grande de Europa. Ahí es nada.
Deliciosos los vinos de la zona que invitan a disfrutar de la vida. Eso que hay que hacer cada día.
No juego al ajedrez pero me hago fotos con los premios, sin pudor.
Tremendo y cegador el sol de la Rioja.
Ay....los vapores del vinito.
El descanso del guerrero en lo alto del Mirador.
