En esta etiqueta se recogen los artículos publicados desde 2009 hasta 2016, fecha de inicio de este blog en el que comencé a ubicar mis artículos periodísticos en la web. Los previos nacieron precisamente el 19 de diciembre de 2009, fecha de inicio de mi colaboración con EL COMERCIO, decano de la prensa asturiana.
Este artículo fue publicado en Tribuna
de EL COMERCIO el 17/03/2016
La posible fusión de las bolsas
londinense y alemana que se anunciaba ayer, me ha parecido una excelente
noticia en la coyuntura actual. ¿Por qué digo esto? Siendo como soy, una
europeísta convencida, que en pleno proceso de Brexit - que esperemos no se
lleve a término -, se anuncie algo así, me parece muy positivo. Ya se rondaba
el asunto desde hacía un tiempo pero parece que ayer ha sido el día en que la Bolsa de Londres y la alemana Deutsche Börse han llegado
a un acuerdo formal para su fusión "entre iguales" que permitirá
crear un grupo global en Europa. Lo que comunica la LSE (London Stock
Exchange), esto es, la Bolsa de Londres es que se trata de un acuerdo
estructurado en acciones, de manera que los accionistas de la LSE recibirán el 45,6% de los títulos del grupo
combinado, mientras
que los inversores de la alemana percibirán el 54,4%. Desde la dirección de la Bolsa
londinense se ha indicado que lo que pretenden con esto es crear un grupo
"líder en infraestructuras para mercados globales". Me alegro, por
otra parte, de que la oferta rival que se rumoreaba podía plantear la de Nueva
York a la de Londres, no haya prosperado, a favor de la alemana. Eso refuerza
la plataforma europea. Según los planes de fusión, las dos partes conservarán sus sedes en Londres
y Fráncfort, pero también cotizarán en los parqués de esas dos ciudades
europeas. Este proceso permite unir a dos importantes ciudades: Londres, como
uno de los más destacados centros financieros del mundo y Fráncfort, sede del
Banco Central Europeo (BCE), con acceso a la mayor economía de Europa. Y
además, por parte de la dirección de la Deutsche Börse, la Bolsa alemana, lo
consideran como la evolución lógica de las compañías en una industria
fundamentalmente en cambio. La unión debe ser aprobada por las autoridades
europeas de defensa de la competencia y por los accionistas de ambas compañías.
Sin eso, no se podrá llevar a cabo.
Lo que
me deja claro este potencial proceso de fusión, que puede parecer incoherente
en el tiempo con que los británicos se estén planteando la separación de la
Unión Europea, es que son muy coherentes consigo mismos y que tienen muy claro
que “poderoso caballero es Don Dinero”. Lo importante para ellos es la
prosperidad económica y tomar las decisiones que a ellos les beneficien en ese
aspecto. Ni más, ni menos. Como han hecho toda la vida. Y si fusionarse con la
alemana les va a hacer más fuertes económicamente, pues a por ello. Y si
desgajarse de Europa les conviene más porque no quieren subvencionar ni pagar
ayudas a los continentales que se acerquen por allí, pues lo hacen. ¿Dónde está
el problema de incoherencia? Quererse a uno mismo es un romance de por vida,
dijo Wilde. ¡Qué bien han aprendido la lección los británicos del genio
irlandés! Todo es sumamente razonable desde la perspectiva de la Pérfida
Albión.