Hay días mejores y peores, incluidos los de los cumpleaños, pero la verdad que no me puedo ir a la cama sin escribir que este ha sido de los mejores de mi vida, al menos de los que recuerdo más cercanos. Ha sido un día maravilloso y positivo de principio a fin. Terminó con el teatro de la Laboral, el glorioso lugar, cantándome cumpleaños feliz cuando fui a entregar el Premio al mejor alumno egresado en la promoción. Pero no fue lo mejor del día. De ninguna manera.
Me acuesto pensando en las palabras de una poetisa asturiana que declara que "a veces el amor es azul" . Sí, y los ojos también pueden ser de color azul. Los míos no, desde luego. Son castañoscurocasinegros. Y da la casualidad de que mi color favorito no es el rojo pasión como el vestido que llevaba cuando me subí al escenario del Teatro de la Laboral. No. Mi color favorito es precisamente el azul.
