domingo, 10 de diciembre de 2023

Manolo García en mi centro de trabajo

 Pues nos honró con su visita ayer noche y dio, como siempre, un impresionante concierto. 

Infatigable. Que me de la receta, por favor, para cumplir años de esa manera. 

¡¡Genial concierto!!


Lo que nos contaba la previa del concierto. 

https://www.elcomercio.es/culturas/musica/modernidad-rechina-pelin-20231207183450-nt.html

Manolo García: «La modernidad me rechina un pelín»

El sábado llega a la Laboral con todo el papel vendido en su gira de teatros: «Hay mejor sonido, más intimidad y todo lo sensible aflora»

M. F. Antuña

Gijón



Manolo García llega el sábado a Gijón con todo el papel vendido y ganas de compartir canciones y energía. El teatro de la Laboral recibe a este músico que ha creado un buen número de himnos que forman parte de la vida de varias generaciones y que, en su gira de teatros, presenta 'Mi vida en Marte' y 'Desatinos desplumados'.

—¿Conserva todavía recuerdos de sus años de servicio militar en Gijón?–Lo recuerdo vívidamente. Yo no había salido nunca hacia el norte, mi límite como músico era Zaragoza. Me tocó en León el servicio militar con 19 años y cuando me pidieron destino yo elegí Gijón, porque quería ver el Cantábrico y conocer el norte, y tuve suerte. Me fascinó, cuando yo entré por el puerto Payares para arriba, que no había autovía, que era la carretera de curvas, el tren, aquellos túneles, descubrí un mundo nuevo, verde que te quiero verde. Estuve un año y muchos fines de semana que tenía posibilidad de salir, me quedaba por conocer y me iba a la cuenca minera, pateé Asturias lo que pude. Y como soy urbanita renegado y me gusta lo rural, descubrí les vaques, los paisanos, los Picos.

–¿Cómo nos ve ahora? ¿Hemos cambiado mucho?

–Todos hemos cambiado mucho, porque el mundo no para de girar pero gira ahora de una manera confusa. Cuando he vuelto a Asturias, me ha dado pena que se haya perdido buena parte de esa cultura rural. En todas partes estamos modernizados, y a mí es que la modernidad me rechina un pelín. Un poco es correctísimo, pero tantísimo... Asturias se ha modernizado mucho, pero no ha perdido el arraigo a la tierra, al paisaje.

–Dice que el mundo no para de girar, yo le digo que el que no para de girar es usted.

–Lo importante es participar. ¿Qué vas a estar en casa viendo la tele o con el jodido móvil todo el rato mandando Whatsapp a todo el planeta o viendo vídeos chorras? Girar hay que girar, hay que hacer cosas, hay que ver a los amigos y librarse de la esclavitud de las tecnologías. Yo lo practico, meto el móvil en el cajón tres días y me voy con los amigos a jugar al dominó, eso es vivir, lo otro es estar esclavizado. Hace nada sin estos cacharros del demonio trabajábamos menos y mejor, el espíritu flotaba más. Somos títeres descabezados con ellos.

–Va de pabellones a teatros, ¿el espacio lo cambia todo?

–Para un músico la calidad del sonido es importantísima. En un teatro generalmente suena mejor, en un lugar grande, un pabellón, dependes del viento, del eco, de los rebotes... El teatro tiene una intimidad, tiene una parte donde todo lo sensible que hay en ti aflora, porque las guitarras, las voces humanas te llegan con pureza; el concierto grande es un festival, cantos, risas, gritos, fiesta... Yo lo que hago es una de cal y una de arena, gira acústica y gira grande. La de este año, que está acabando en Gijón este sábado, ha sido un poco por imperativo de salud, porque me han recomendado que empiece por sitios más pequeños, el médico me ha dicho que ante todo mucha calma. El año que viene iré a recintos más grandes.

–Entradas agotadas. ¿Eso pesa?

–Pues sí porque uno está con la espada de Damocles del resfriado, con el ¿me constiparé? ¿me quedaré afónico? Esa inquietud me lacera las carnes, lo demás, no. Yo estoy encantado de que venga mucha gente; yo, a cambio, también quiero ir con toda la vehemencia del mundo. No voy por ir, para mí es la vida, es un intercambio de energía con la gente.

–¿Cuál es el secreto para seguir ahí y con canciones que forman parte de la vida de todos?

–Eso es una maravilla. A mí no me pesa nada. Lo disfruto. Es un regalo de los dioses y lo agradezco cada día y procuro hacer un buen uso de ello. Soy uno que pasaba por ahí y me han ido cayendo canciones, conocí a Quimi Portet, como grupo hicimos un montón de canciones que perviven en la memoria colectiva. ¿He tenido alguna fórmula secreta? No, todo acontece, soy un chaval de barrio al que le gustaba la música, que oía a Led Zeppelin y los Beatles y pensaba cómo mola y luego descubres el flamenco y te das cuenta que formas parte de ese grupo que tiene oído, sentido del ritmo, y piensas que es divertido. Pero ni idea de que yo iba a hacer todo eso. Sí que es verdad que un día decidí dejar de hacer versiones y empezar a hacer canciones y ahí cambió mi vida.

–¿Cuánto de oficio y cuánto de inspiración hay en componer?

–La inspiración ha de ser el 99%. El oficio se va adquiriendo con los años, pero si solo haces canciones 'oficiales', son un producto. A mí me gustan las canciones que vienen por la piel, la mirada curiosa, las ganas de vivir tu tiempo de manera intensa, de la tentación y necesidad de existir. Existes a través de esas canciones y de alguna forma haces existir a otros. La única forma de hacer canciones es nutriéndote del mundo.

–¿Cómo es su proceso?

–Yo no doy golpe. Mi sistema es voy viviendo a mi manera y de repente tengo ganas de hacer una canción y me pongo a tocar y llega, y a lo mejor pasan dos meses y estoy pintando o colaborando con un grupo ecologista y me llegan las ganas de coger la guitarra, empezar a cantar y hago canciones, y luego me voy a una exposición a Málaga y dos semanas me olvido de que soy músico.

–Pero es consciente de que es un tipo con suerte.

–Soy muy consciente. Yo me jubilé a los treinta años cuando dejé de trabajar en empleos que no me interesaban demasiado. Cuando después de los Rápidos y los Burros empezamos a despegar, le dije a Quimi que íbamos a poder dedicarnos a la música. Desde entonces he estado atareado en algo magnífico que es compartir emoción con muchísimas personas.

–¿Qué está componiendo?

–Estoy escribiendo textos para canciones. Luego empiezo a canturrear todo eso y a encontrar las melodías.

–¿Cómo se lleva usted con las músicas actuales?

–Siempre que aporten algo, bien. Cuando el rap habla, da claves, denuncia, nos lleva a la reflexión, me gusta. Cuando hay un discurso coherente, lírico, bien organizado, me encanta. Cualquier música de cualquier estilo, lo mismo. Me gustan las canciones que te mueven el cuerpo o el alma, y si son las dos cosas, estupendo.

–¿El reguetón mueve el cuerpo pero no sé yo el alma?

–Hay personajes que han entendido que el mensaje ha de ser más respetuoso, mejor organizado literariamente hablando. Sí ha habido un aluvión de basurillas, el mal tono, lo soez, lo burdo, no pega. No vamos al colegio para hacer esto... Si todo es sexo machista, animalesco, es que no quiero ni oírlo.

–Antes hablábamos de Asturias, ahora le pregunto por Cataluña.

–Aquí está todo muy pacífico. Hay dos vertientes, la del pueblo llano, y luego la política, que lleva otro baile. El sentir del pueblo es variado, uno quiere independencia, el del otro no... Yo respeto a todo el mundo, lo importante es que no haya bofetadas y que todo el mundo coma. A los políticos, con esta cuestión y con todas, les veo demasiado sonrientes porque en el fondo están pensando 'yo tengo un sueldo estupendo' y les importa un poco menos lo social. Hay muchos por la labor de río revuelto y de medrar. Esa sensación tengo.


MANOLO GARCÍA

Sábado 9 de diciembre de 2023, 21:00 horas
Teatro de la Laboral

Todas las entradas están agotadas


Manolo García presenta su Gira de Teatros 2023 en la que regresa a los escenarios en un renovado formato en el que interpretará en directo las canciones de su último trabajo de estudio que está compuesto por un doble álbum y que incluye los títulos Mi Vida en Marte y Desatinos Desplumados, y que pulverizaron el pasado año todos los récords de venta alcanzando el Nº 1 y Nº 2 en las listas oficiales.

Tras su exitosa Gira 2022 en la que colgó el cartel de sold out en todos sus conciertos, Manolo García inicia un nuevo proyecto en el que regresa a los escenarios con un formato renovado en el que recorrerá los mejores teatros de la geografía española presentando este espectacular directo al público de una forma más cercana.