lunes, 10 de abril de 2023

¿QUÉ HAGO CON MI HIPOTECA?

 Este artículo fue publicado en TRIBUNA DOMINICAL

 de EL COMERCIO el 09/04/2023


https://www.elcomercio.es/opinion/susana-alvarez-otero-hago-hipoteca-20230409223009-nt.html

¿Qué hago con mi hipoteca?

En poco más de dos años se han sucedido dos crisis económicas: la que estalló con la pandemia en marzo de 2020 y la que se gestó a finales de 2021 con el aumento del precio de las materias primas, intensificada con la guerra en Ucrania. A pesar de este complicado entorno macroeconómico, la morosidad bancaria sigue sin aparecer e incluso la tasa ha caído

 

Susana Álvarez Otero

Domingo, 9 de abril 2023

 

Pagarla, amable lector. Y esto no es algo nuevo en un país que no peca de morosidad. En poco más de dos años se han sucedido dos crisis económicas: la que estalló con la pandemia en marzo de 2020 y la que se gestó a finales de 2021 con el aumento del precio de las materias primas, intensificada con la guerra en Ucrania. A pesar de este complicado entorno macroeconómico, la morosidad bancaria sigue sin aparecer e incluso la tasa ha caído en relación con los niveles previos a la pandemia. Medidas como los ERTE, las moratorias, los avales públicos (que han evitado la destrucción de empleo) y los 'paréntesis' regulatorios (por ejemplo, en materia de clasificación de activos según su riesgo), explican este dato positivo. Sin embargo, la inflación creciente ha llevado a continuas subidas de tipos de interés, como medida obligada de política monetaria que complica el control de la morosidad. Por otro lado, los bancos están mostrando tacañería al ver mejor remunerados sus activos (nuestros préstamos) y no mejorar los intereses en sus pasivos (nuestros depósitos, cuentas corrientes o de ahorro). Para mayor complejidad, algunos bancos han presentado graves problemas. Existían rumores sobre Silicon Valley Bank (SVB) o Signature Bank. Lo de Credit Suisse venía de lejos. Mucho se ha hablado en este caso de los Cocos (bonos convertibles contingentes). Los Cocos son unos bonos emitidos por lo general por los bancos que, ante una situación adversa o deterioro de la solvencia, se transforman en acciones, lo cual permite a la entidad restaurar su capital. Suelen carecer de fecha de vencimiento y, a nivel mundial, mueven aproximadamente 250.000 millones de euros, ya que cotizan como otros muchos instrumentos financieros. La decisión del Banco Nacional de Suiza y del supervisor del país, la Finma, de saltarse la ortodoxia en la quiebra de un banco y establecer un orden de prelación en el que son los Cocos los primeros instrumentos en liquidarse provocó un derrumbe en las cotizaciones de estos bonos, contagiada en forma de incertidumbre a las cotizaciones del sector bancario europeo. Además, la quiebra de SVB y la venta de Credit Suisse apuntan a problemas para las 'startups'. Se prevé el fin del modelo de capital riesgo ante la subida de los tipos de interés y las incertidumbres. De manera global, la desaparición de SVB en EE UU no tendrá mayores consecuencias en la economía, en mi opinión. Creo que es algo puntual, pero coincido con quienes piensan que abre serias incertidumbres sobre la financiación de empresas de nueva creación («startups») y sobre el sector tecnológico. De hecho, un porcentaje muy significativo de ellas no duran más de tres años. Algo están haciendo mal. Si no me equivoco, augura un verdadero cambio de ciclo ante las dificultades de las nuevas empresas al capital riesgo. El revuelo provocado por SVB y Credit Suisse dificulta la labor del Banco Central Europeo (BCE) por lo que suelen llamar sus 'dos sombreros', esto es, sus dos funciones principales. El BCE debe supervisar a las entidades bancarias para lograr la estabilidad financiera y también, controlar la inflación, manteniéndola en el área euro, como objetivo, en torno al 2% Y es que la política monetaria no puede ser efectiva en un sistema financiero débil –pobremente supervisado–, ya que los propios problemas del sector impiden la transmisión de los tipos de interés.

Estoy convencida de que los europeos podemos creer que nuestros bancos, también los españoles, nos otorgan un respiro ante estas turbulencias. El BCE buscará estabilidad financiera pero, a la vez y, por si acaso esto fuera el comienzo de una crisis más profunda –esperemos que no– los bancos centrales tendrán mucho cuidado en volver a subir tipos. Soy de las que piensan que no se pueden exceder con su herramienta por lo que trae consigo. De ahí, lo de los sombreros en su función. Hemos tenido una buena noticia reciente: la inflación ha bajado al 3,3% en marzo. Por consiguiente, se acerca más al objetivo global del 2% del área euro y, en consecuencia, reduce a priori la necesidad de seguir subiendo tipos, lo cual es una buena noticia para todos los que están apalancados, quiero decir, endeudados.

Señalaba en una entrevista reciente el pesimista economista Nouriel Roubini que la recesión económica no será ni corta, ni superficial. En esto, estamos de acuerdo hasta los que somos de naturaleza optimista. Creo, como él, o quiero creer, que la inflación ha tocado techo, pero bajará más lentamente de lo que esperan los bancos centrales, a pesar de la reciente buena noticia. Tampoco tienen herramientas para hacer milagros, sino una vía indirecta para influir sobre la cantidad de dinero en circulación. En todo caso, unos tipos de interés más elevados, además de encarecer las hipotecas a tipo variable, como señalaba al principio, también permiten mejorar los rendimientos en inversiones en renta fija y a ello se pueden reorientar las carteras de inversión. Una opción de inversión más rentable y segura que la de las criptomonedas, por ejemplo. Roubini ha llamado tontos a muchos pequeños inversores, en general, jóvenes que desperdiciaron todos sus ahorros, comprando a 50.000, 60.000 o 69.000 en 2021 y, ahora, han perdido el 80% de lo invertido. Con el dinero siempre funciona el sentido común y algo que a los jóvenes, nativos del siglo XXI, no les sonará: «Nadie da duros a cuatro pesetas». Sigue siendo así. Puro sentido común.











ESTE ARTÍCULO FUE DESTACADO EN RESUMEN DE MEDIOS DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO