De mi calendario del Corazón de Jesús, que leo cada día. Está sobre la mesa de mi despacho. Tengo excelentes amigas. No muchas pero buenísimas amigas. Y, en muchos aspectos, algunas son muy distintas a mí, lo cual no me impide llevarme muy bien, ni quererlas, ni que el cariño vuelva en cuanto te pones a hablar, incluso tras el paso de mucho tiempo.
Pero me he entregado mucho más en el amor porque es una relación más profunda que me puede llegar a satisfacer muchísimo más. Todo. Esa afinidad en la cuerdas yo creo que es más aplicable al amor. Si bien el ser amado ha de ser, en primer lugar, amigo. Lo primero tu amigo, tu compañero. Hay parejas que se caen mal. Que sencillamente han dejado de ser buenos amigos. Y si las ves en un local, en un bar, sin hablarse o dirigiéndose de manera agresiva uno a otro es un espectáculo tristísimo.