Ayer noche, un Raphael bastante afónico nos dio un concierto en el Teatro de la Laboral que, dicho sea de paso, tiene una acústica privilegiada.
Lo cierto es que se entregó a un público entregado, valga la redundancia, durante casi dos horas y media. Hoy repite actuación con todo el papel vendido. Es admirable para una persona de su edad que ha sufrido un trasplante de hígado.
Sus músicos hicieron una entrada muy rockera.
Y hubo mucho juego de luces.Llegaban a molestar al respetable o, al menos, a mí.
Nunca ha sido santo de mi devoción pero ya que venía a Gijón, había que hacerle los honores y pasar a verle. Tiene canciones bonitas. Cantó muchos de sus grandes éxitos. No todos al parecer. Cuando terminó el concierto, mi esposo declaró: "No cantó la de Yo soy aquel".
Los hay que llevan la cuenta y no se les escapa una. Faltó esta canción, al parecer.
También hizo muchas versiones de otros autores. Me gustó la interpretación de esta canción:
Y clásicos de siempre, como el siguiente: "Estar enamorado"
Estar enamorado es como vagar por el mundo como un anarquista con una bomba de relojería en la mano. Cuidado con las bombas de relojería, amable lector, que pueden provocar un "Escándalo". Y la gente decente no provoca escándalos. ¿O sí?
"NO PUEDO ARRANCARTE DE MI"
Qué pasional es Raphael.
CRONICA DEL CONCIERTO EN "EL COMERCIO":
http://www.elcomercio.es/culturas/musica/201705/19/raphael-eterna-juventud-artista-20170519004156-v.html
**Y a todo esto, mi madre y su marido estos días en el Festival de Cannes.....A ver cuando me jubilo y puedo ir yo también. Antes de los 70, servidora ni de broma deja el curro. No me hace falta que retrasen la fecha de la jubilación. Ya me quedo yo solita sin que me lo manden.
