martes, 3 de mayo de 2022

ALLEGRO MA NON TROPPO

 Este artículo fue publicado en TRIBUNA DOMINICAL 

en EL COMERCIO el 01/05/2022

https://www.elcomercio.es/opinion/allegro-troppo-20220501000634-ntvo.html

Allegro ma non troppo

Con la guerra, Putin está causando gravísimos perjuicios a los ucranianos, destruyendo su país, su riqueza y aniquilando vidas humanas, pero no está obteniendo un beneficio para Rusia

 

Soy una mujer con buena suerte. Ya lo he dicho. La tengo hasta para los compañeros de trabajo, entre los que se encuentra el reciente catedrático de Universidad, Plácido Rodríguez Guerrero. Nunca es tarde si la dicha es buena y a él le ha llegado tarde, pero merecidamente. Tal vez el lector lo conozca porque fue un tiempo Presidente del Real Sporting de Gijón. Yo, que paso olímpicamente del fútbol, lo conozco porque es un buen compañero que sabe dar buenos consejos. Entre los que me ha dado está la lectura de un libro cuyo título utilizo para esta tribuna dominical. A priori, podría haber sido una muestra de la lengua italiana o de la agógica musical, esto es, las modificaciones del tempo de una partitura que los músicos hacemos en italiano.

Se trata, como digo, del título de un libro escrito por uno de los mejores historiadores del siglo XX, que fue catedrático de Historia Económica en las Universidades de Pavia y Berkeley. Expone dicho libro argumentos que podrían aplicarse a la realidad que estamos viviendo estos meses, pero fue publicado el siglo pasado, en 1988. Tras leerlo me dije: la historia, en verdad, se repite. Esto es algo tan manido como cierto, porque no aprendemos de nuestra historia. El excelso historiador, Carlo M. Cipolla (pronunciado algo así como 'Chipola', por favor) expone en la primera parte del libro un relato sobre el papel de las especias en general (y de la afrodisíaca pimienta en particular) en el desarrollo económico de la Edad Media. Leer esta primera parte deja claro al lector que está ante un libro tan inteligente como divertido, que con una argumentación paródica de los estudios de historia económica más sesudos, utiliza, con aparente seriedad, fórmulas cliométricas deliciosamente absurdas para llegar a las más estrafalarias relaciones de causa-efecto. El cierre de esta primera parte no podría ser más contemporáneo. Afirma Carlo: «Cuando en 1337 el rey Eduardo de Inglaterra declaró la guerra al rey de Francia por unos viñedos franceses, el rey inglés creyó -como creen todos los que declaran la guerra- que la suya sería una guerra relámpago y, tal y como ocurre con todos los que proyectan una guerra relámpago, se equivocó de medio a medio. Su guerra relámpago duró 116 años y él no vivió lo suficiente para saberlo. Lo que sí comprendió desde el comienzo del berenjenal fue que sus recursos financieros no podrían sostener el coste de la empresa y tres años después, en 1340, se declaró en bancarrota».

Gloriosa viñeta de Daniel Castaño. ¡Agradecida! 

Tenemos estos días, ya dos meses, a un tal Putin que quiso declarar una guerra relámpago a Ucrania, que él no llama guerra y que no sé si está al borde de la bancarrota, pero todo este follón bélico está destruyendo riqueza en el país que dirige, en el resto de Europa y, sobre todo, en Ucrania, donde no solo provoca destrucción económica y física del país, sino algo peor: mata gente. Soldados y civiles ucranianos sin ton ni son. ¿Es por ello un malvado? Pues antes de leer este libro yo creía que sí, pero la segunda parte, que mejora la primera, me ha dejado claro que Putin no es un malvado sino, sencillamente, un estúpido. El historiador Carlo M. Cipolla, utilizando gráficos de coordenadas, el lenguaje de los economistas, clasifica a los individuos en cuatro áreas: H, I, M, E. En el área H estarían los individuos incautos, aquellos que al llevar a cabo una acción obtienen una pérdida para ellos mismos y un beneficio para los demás. El área I es la del inteligente: aquel individuo que al actuar obtiene un beneficio y, al mismo tiempo, procura un beneficio para otro o para la sociedad en general. Una sociedad será tanto más próspera cuantos más individuos tenga de los que actúan inteligentemente. El área M corresponde al malvado: aquel individuo que realiza una acción de la que obtiene un beneficio causando un perjuicio a los demás y, finalmente, el área E, el de la estupidez humana, corresponde a los individuos estúpidos, que son aquellos que al actuar causan un daño a otra persona o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio.

Con esta guerra en Ucrania el sátrapa está causando gravísimos perjuicios a los ucranianos, destruyendo su país, su riqueza y aniquilando vidas humanas, pero no está obteniendo un beneficio para Rusia, que no será un país más grande por ello y que se está viendo excluido de muchos eventos. Tampoco para él mismo, que no pasará a la historia como lo que quiere: ser el que recupera a la gran Rusia, con ínfulas de zar. Está haciendo el ridículo con una deplorable estrategia bélica, está recibiendo el odio de los suyos y vive aislado, en un búnker, fiándose de personas contadas porque sabe que la mayoría solo desean su muerte. Es un absoluto estúpido bunkerizado, como lo fue Hitler, que terminó suicidándose en su celda. ¿Cómo terminará Putin? ¿Cuándo terminará esta guerra? Carlo corona su libro con algo que duele leer: «No es difícil comprender de qué manera el poder político, económico o burocrático aumenta el potencial nocivo de una persona estúpida».

Esto es, estúpidos los hay en todos los estratos sociales, pero, los más peligrosos, son los que ostentan el poder. Putin tiene un enorme poder para causarnos daño con su inmensurable y colosal estupidez.

 

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ARTÍCULO EN SELECCIÓN DE PRENSA

 DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO