lunes, 19 de diciembre de 2022

ECONOMÍA DE GUERRA

 Este artículo fue publicado en Tribuna Dominical de 

EL COMERCIO el 18/12/2022


https://www.elcomercio.es/opinion/economia-guerra-20221218214510-nt.html

Economía de guerra


SUSANA ÁLVAREZ OTERO

Hace unos días, el Santo Padre denunciaba que la guerra en Ucrania es «un fracaso de la Humanidad» y que deja el mundo peor. En las Terceras Jornadas Sociales Católicas Europeas, el Papa transmitía ese mensaje, con lágrimas en los ojos. Estoy totalmente de acuerdo, no solo por ser católica, sino porque son acertadas y llenas de sentido común. Precisamente esto último es lo que ha faltado en esta guerra iniciada en 2022 y que no terminará en este año que, en breve, toca a su fin. Lo peor es que no sabemos si lo hará en 2023. Cuando estalló, me pronuncié en esta misma tribuna totalmente en contra de ella. Es una obviedad decir que el culpable es Putin. El monstruo está ahí: el mal existe. Lo relevante es cómo se reacciona al mal y Zelenski no lo ha hecho mal sino fatal. Su reacción ha traído muerte y destrucción para su país y consecuencias colaterales en otros, incluido el nuestro. Ha enviado mensajes por multitud de parlamentos, reclamando medios para disparar con pólvora ajena y ha ganado celebridad. Ha salido en la portada de 'Time' y también en un reportaje de 'Vogue' con su esposa, en una divulgación en busca de notoriedad que considero indigna, dada la cruda realidad que está viviendo su país y en la que él ha tenido que ver.


La errónea decisión de Zelenski frente a Putin tiene tremendas consecuencias para su país que se dilatarán en el tiempo. Putin afirma que la guerra en Ucrania se alargará mucho tiempo y no está dispuesto a ceder. De momento, incrementar sanciones es lo que se está decidiendo, pero, a la vez, empezaremos a pagar la destrucción de un país que no debería estar destruyéndose. Como me resulta inexplicable esta guerra, la deformación profesional como economista me lleva a pensar en los intereses económicos que hay detrás. ¿Y quién tiene más intereses? Pues sencillamente quien más dinero está aportando, ¡oh sorpresa!, Estados Unidos. El desglose de fondos aportados es público y accesible siendo los países proveedores Estados Unidos, Unión Europea, Reino Unido, Turquía, Canadá y Japón. Y el primero mencionado a la cabeza en aportación. ¿Por qué? Esta guerra está en territorio europeo, ¿verdad? Rusia es Europa, o debería serlo, pero en algún momento de la historia el eje se desplazó y de ahí vienen estos lodos en los que están muriendo ucranianos y rusos. Unos pierden vidas y otros perderemos dinero. De este modo, Bruselas dará 18.000 millones en créditos blandos para sostener las finanzas de Kiev y el paquete se extenderá 35 años, para que Ucrania afronte sus necesidades financieras inmediatas. Tras nueve meses de guerra, las arcas ucranianas están secas. El Banco Mundial ha estimado que la reconstrucción del país costará 350.000 millones de euros. Son fondos que no podrán ir destinados a mejoras en la UE, sino a reconstruir un país que no tendría por qué estar siendo destruido. Antes de la invasión, Ucrania ya era uno de los países con menor PIB per cápita de Europa y esto lo ha rematado. Zelenski no tenía dinero para afrontar esta guerra, lo que sí tenía y sabía desde el principio es que iba a recibir apoyo financiero y que había enormes intereses económicos en ella.

«Toda batalla es un malentendido», reza una afirmación anónima de mi calendario del Corazón de Jesús. Me temo que Zelenski es el que peor ha entendido a Putin, un ser humano de difícil calificación. Zelenski era cómico antes de gobernar Ucrania. No es la formación más adecuada para tan alta responsabilidad. Sin embargo, bastaría ser un cómico con sentido común y la dosis de inteligencia suficiente para contar buenos chistes para que las cosas hubiesen ido de otra manera. Los que tenemos una edad recordamos las nocheviejas en televisión con los chistes de Gila. Nos contaba la guerra con su teléfono, y nos hacía reír partiendo de un supuesto dramático. Seguro que Gila, como cómico, nunca se hubiera imaginado a sí mismo gobernando los destinos de un país en guerra, pero quiero pensar que si frente a él hubiese tenido la misma situación habría dicho: «A ver Putín, ¿qué quieres? ¿Del río Dniéper para allá? Cógelo hombre. Ya vendrá detrás de ti otro que bueno te hará». Así lo argumenté en un momento en que creí que esta guerra iba a ser más corta. Los territorios cambian de dueños y esos territorios, desaparecido Putin, se podrían recuperar. Si perder vidas, además de la ruina económica, es lo único que sabemos hacer, es que en 21 siglos de historia no hemos aprendido nada. La retirada a tiempo siempre, siempre es una victoria.

Termino con una recomendación literaria y cinéfila. Un caso en el que, como tantos otros, el libro es mejor que la película. La novela titulada 'Sin novedad en el frente' es de Erich Maria Remarque y la película de Edward Berger, 'Im Westen nihcts Neues'. La cinta es muy realista, con escenas espeluznantes como la propia guerra. La novela es mejor porque nos cuenta el regreso del muchacho a su mundo, algo que omite la película, un chico que ya no cree nada de lo que le intentan convencer y que ha aprendido, en propia carne y en la de amigos muertos, que la guerra no sirve para nada. Me pregunto si Zelenski y su esposa la verán en Navidad, o si preferirán un reportaje en 'Vanitas Vanitatis'…




En selección de prensa de la Universidad de Oviedo 






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