La belleza, para mí, es salud. Sobre todo, salud. Estar sana por dentro, en todos los aspectos, se ve por fuera. Y llevar una vida ordenada, con buenos hábitos alimenticios, alejada de toxicidades de cualquier tipo, incluida la gente tóxica que nos altera los nervios. Eso es belleza.
Recuerdo una chica, hace ya muchos años, que era camarera en un local nocturno de Gijón. Era muy bella. Con el paso de los años, no muchos, quedó estropeadísima. Casi irreconocible. La agitada vida nocturna de los garitos de copas no es el mejor lugar para conservar la belleza de una mujer.
Me gusta el slogan publicitario de mis cosméticos y estoy de acuerdo con él, amable lector. Y no me pagan por decirlo, por supuesto.
