lunes, 24 de enero de 2022

2022, bello número de Niven

 Este artículo fue publicado en Tribuna Dominical 

de EL COMERCIO el 23/01/2022


2022, bello número de Niven | El Comercio

2022, bello número de Niven

El discurso oficial se centra en que ya hemos recuperado los niveles de empleo prepandemia, sin reparar en que los de producción siguen muy alejados de los de 2019. No será hasta 2023, más tarde que ningún otro país avanzado, cuando se recupere el volumen de actividad anterior a la crisis

 

En matemáticas, se conoce como número de Harshad (o número de Niven) a un número entero que es divisible entre la suma de sus dígitos. Los dígitos de este año suman 6 y 2022 es divisible entre 6. La palabra 'harshad' proviene del sánscrito y significa 'gran alegría' así que es lo que espero para 2022. Se da la circunstancia personal de que mi número favorito es el 2, tal vez porque soy Géminis o por aquello, tan cierto, de que 'dos es compañía y tres es multitud'. ¿Quién quiere multitudes pudiendo elegir la mejor compañía?

El caso es que creímos en la posibilidad de recuperación, a nivel sanitario y económico, para 2022 pero, de momento, nos damos de bruces con la realidad. ¿Cuál? Que ni postpandemia, por las elevadísimas cifras de contagios en nuestro país a pesar de las altas tasas de vacunación, ni recuperación económica, al menos tal y como se pronosticaba. De hecho, la recuperación que estamos teniendo sostiene el empleo, pero desata una intensa contracción de la productividad. La ocupación iguala a la de 2019, antes de la pandemia, pero aún falta un 6,6% del PIB que había entonces. El discurso oficial carga machaconamente las tintas en los últimos meses en cómo la economía ha recuperado ya los niveles de empleo previos a la pandemia, sin reparar en que los de producción siguen muy alejados de los valores de 2019, y sin admitir que no será hasta 2023, más tarde que ningún otro país avanzado, cuando se recupere el volumen de actividad pre-crisis.


Un nivel de empleo similar al precovid revela que el mismo número de ocupados que en 2019 logra un PIB inferior, lo que simple y llanamente es, en mi opinión, una pérdida muy intensa de productividad en un periodo muy corto. Funcas certifica que el crecimiento económico ha perdido fuelle en la segunda mitad de 2021, y que la recuperación venidera será también más lenta de lo esperado. Las conclusiones de la evolución de la economía desde la primavera de 2020 no son precisamente positivas. De hecho, se ha producido un reparto del empleo existente, con un deterioro muy asimétrico de la producción por ocupado, que profundiza en una de las grandes debilidades que ya tenía la economía española: su deficiente nivel de productividad. Se ha dado además una terciarización de la economía, con un crecimiento muy vigoroso en las administraciones públicas por decisiones políticas, y un retroceso abultado en la industria manufacturera. Todo ello a pesar del avance en la digitalización y uso tecnológico. Estamos ante la recuperación más retardada de Europa.

La crisis de 2008 fue de carácter financiero, mientras que esta pone de manifiesto problemas del sistema productivo que afectan a sectores clave como las ventas de coches o el turismo, un motor económico de nuestro país. La automoción se ve afectada por la falta de componentes, mientras que el turismo sufre la restricción de la movilidad. Italia, con un peso del turismo muy similar al español, está a solo 1,4 puntos del nivel precovid. Si se compara el PIB con el empleo, mientras que en España camina más rápido el mercado de trabajo que la producción, con la consiguiente caída de la productividad, en la media de los países ricos ocurre lo contrario.

Si bien el nivel de producción pre pandemia se ha alcanzado ya, en los países de la OCDE el empleo sigue retrasado, y falta la recuperación de 7,5 millones de empleos. Por otro lado, la pandemia ha desviado buena parte de la demanda de los servicios a los bienes, disparando la actividad logística, con problemas para encontrar trabajadores. En paralelo se ha producido una precipitación de las jubilaciones en varias economías. A esto se suma la falta de trabajadores en zonas agrícolas por el cierre de fronteras y el freno a los flujos migratorios.

Se presenta un año complicado, a pesar de su belleza numérica. Tal vez lo lleven mejor los clientes británicos de un banco español en el Reino Unido. ¿Sabe usted qué les sucedió? Pues que el banco realizó pagos de nóminas por duplicado por más de 150 millones de euros y ahora intenta recuperar el dinero. Miles de personas recibieron el día de Navidad un regalo inesperado, y equivocado, de parte de este banco español en sus cuentas corrientes. La entidad depositó por error 130 millones de libras (154 millones de euros) a través de 75.000 transacciones. Tal regalo imprevisto se produjo cuando la entidad procesó por duplicado el pago de 2.000 clientes institucionales en Gran Bretaña, de forma que hubo empleados que cobraron su sueldo dos veces y proveedores y clientes a los que se realizaron ingresos por cantidades superiores a lo esperado. La informática también falla. El banco asegura haber rectificado el error y está intentando recuperar dichos pagos, que han ido a parar, en muchos casos, a cuentas bancarias de entidades rivales. La picaresca no es solo española, también inglesa. La dificultad está ahora en recuperar el dinero en los casos en los que los clientes ya se hayan gastado esos fondos.

¿Y usted? ¿Qué habría hecho si recibe un dinero que no es suyo? Pues, efectivamente, lo mismo que yo. Devolverlo. Más tarde o más temprano lo tendrá que hacer y tratándose de un banco, con intereses. En la vida, también en la económica, se llega mucho más lejos siendo sincero y honrado. Solo es mi opinión.


Artículo destacado en Selección de prensa de la Universidad de Oviedo

Universidad de Oviedo - Resumen de medios (uniovi.es)