viernes, 7 de octubre de 2016

¿Por qué un blog?

La respuesta sería: ¿y por qué no? Hace un tiempo, alguien me dijo: “Señora, dice usted cosas interesantes; debería hacerse un blog”. No me lo tomé en serio. Habitualmente, me tomo más en serio las críticas que los piropos o los halagos. En aquel momento descarté totalmente la posibilidad de hacerlo. No tenía ni tiempo, ni ganas.
Sin embargo, a veces pasan cosas que te hacen cambiar de idea. Está claro que nunca se puede decir: “De esta agua, no beberé”. El tiempo, sigo sin tenerlo, pero no tener tiempo para una misma tampoco es bueno. Demasiado trabajo, demasiadas obligaciones familiares,… lo último que le queda a una mujer que trabaja dentro y fuera de casa, que está casada y tiene hijos es tiempo para sí misma. Así que no hace mucho, cambié de idea y decidí hacerme un blog con un único propósito: encontrar tiempo para mí misma. A lo mejor otras mujeres lo emplean en la peluquería; yo no voy mucho, la verdad, y esto me agrada y me llena más: escribir.
Iba a ponerle de nombre al blog “Mi torre de Marfil”, por aquello de que siempre se dice que los profesores de Universidad estamos encerrados en nuestra torre de marfil. Además, era coherente para mí porque trabajo en un edificio majestuoso, presidido por una torre. Descarté la idea porque este mundo de la blogosfera está tan poblado que ya existía un blog con esa denominación y hay que respetar los derechos de propiedad. Prescindí de lo de Marfil, que habrá quedado por ahí perdido en el mundo virtual, y decidí conservar lo de la torre, en honor al lugar donde trabajo, recientemente declarado bien de interés cultural y personalizarlo un poquito más con mi apellido favorito, en honor a la mujer que me dio la vida y que ha sido mi madre, mi padre y mi eterna amiga. Así que finalmente le quedó a mi blog el nombre de “La Torre de Otero”. Creo que no hay ninguno más que se llame así. Al parecer hay un bar en Madrid con tal denominación; iré un día a tomar algo por allí, si no lo cierran antes…



Espero, amable lector, que le guste mi blog. Y espero que si le gusta, lo visite con asiduidad. ¡Feliz viaje por la Torre de Otero!