En consonancia alta con Roberto Hernanz y Marina Pérez, en este tema.
El año 2023 arrancó con «unas expectativas de
enfriamiento económico bastante severas» y contra pronóstico, el primer
semestre ha traído «sorpresas significativas en términos de actividad». Ese fue
uno de los puntos de partida del encuentro que, organizado por EL COMERCIO, en
colaboración con BBVA, se celebró para analizar el presente y futuro de la
banca privada y las posibilidades para los inversores. Tras momentos convulsos
y años de muchos cambios, es tiempo de hacer balance y de hablar sobre las
mejores opciones para invertir. «Hay perspectivas de crecimiento para el
conjunto del 2023 mejores de las que teníamos hace unos meses. Estimamos que
Europa crecerá en torno de las seis décimas este año, mientras que Estados
Unidos lo hará ligeramente por encima del punto porcentual. Son dinámicas de
crecimiento no muy alegres pero mejores de las que llevábamos hace unos meses»,
aseguró Roberto Hernanz, responsable de Mercados Financieros de Banca Privada
de BBVA en España.
Ahondando en lo que resta de año, auguró «un
enfriamiento económico más severo» y lo más preocupante es Estados Unidos,
donde el proceso de subidas en sus tipos de interés han alcanzado ya cotas
restrictivas para la actividad. Analizando la situación, desde que arrancó el
2023, la fortaleza del mercado laboral y el dinamismo de su consumo interno han
contrarrestado la política monetaria restrictiva, pero matizó que esto pasará
factura en el tercer y cuarto trimestre de este año.
No obstante, su mensaje es que hemos disfrutado de una
primera parte del año, más o menos dulce, donde los riesgos han sido
«relevantes pero los hemos ido sorteando con nota». Se han sustituido por otros
y esta segunda parte del año «va a ser a priori más complicada pero no
esperamos una caída dramática de la actividad económica».
Dispersiones
De un «momento complicado» calificó André Themudo,
responsable del Negocio de Distribución en España, Portugal y Andorra para
BlackRock, la situación actual de los mercados. «Creemos que el mercado laboral
es lo que más está influyendo en esta inflación cor para que sea permanente,
que va a ser más de lo que se espera», y que también contempla de cerca la
situación en el mercado estadounidense. «Allí no hay mano de obra suficiente y
en Europa vemos que muchos trabajadores se han transferido del sector privado
al público».
Otro fenómeno esencia es la selectividad y dispersión
actual. «Estamos viendo que hay dispersión de las bolsas, de las mejores
empresas y las peores se están incrementando. Es decir, ser selectivo a la hora
de escoger el valor correcto o los fondos correctos, es importantísimo cuando
comparamos con el pasado. Este régimen nos sugiere que los bancos centrales
irán gestionando sus políticas con el dilema de mantener una inflación más alta
o estrangular la economía subiendo tipos para controlar la inflación a este
nivel más bajo».
El año 2022 ha sido convulso, el 23 arrancó «con
incertidumbres diferentes», recordó Marina Pérez, directora de Banca Privada de
BBVA en Noroeste, que apostó por «el diálogo permanente con el cliente». «Con
este entorno tan incierto nuestra prioridad ha sido estar más cerca de ellos,
manteniéndoles permanentemente informados para que en cada momento tomaran las
mejores decisiones de inversión».
En cuanto a la evolución del negocio de Banca Privada
de BBVA, estamos satisfechos. Banca Privada de BBVA en España alcanzaba a
cierre de 2022 un patrimonio bajo gestión de 100.952 millones y el número de
clientes se situaba en 109.290. En Asturias, gestionamos 1.817 millones a
cierre de 2022. Si tenemos en cuenta toda la Dirección Territorial Noroeste
(Galicia, Castilla y León y Asturias) el volumen bajo gestión ascendía a 11.780
millones. En lo relativo a clientes, la Dirección Territorial en Asturias
gestiona 16.740 clientes.
La inflación y los tipos de interés continuarán centrando
nuestra atención pero ¿cuál se prevé que sea su evolución? Roberto Hernanz
matizó que arrancamos 2023 con una inercia de inflaciones muy altas, incómodas
y alejadas de ese 2% de los BC. «La inflación ha ido descendiendo, las tasas
son más bajas que meses anteriores, pero no tan bajas como nos gustaría. Y esta
línea tan estrecha es por la que tienen que caminar los Bancos Centrales.
Estamos cerca de alcanzar la «pausa monetaria», donde pensamos que los tipos
permaneceremos altos por un tiempo prolongado, a no ser que el enfriamiento
económico sea más severo de lo que esperamos. Además, dijo que por el lado
europeo, el mandato del BCE aún va por detrás y se prevé que el BCE suba los
tipos un cuarto de punto. «Presumiblemente le quedaría otra adicional para el
próximo mes de julio; en Europa estamos viendo una debilidad más acusada de la
que preveíamos y una debilidad industrial».
Nuestra mayor convicción para lo que resta de año se
encuentra en la renta fija y dentro de ella, la parte de gobiernos, resaltó
Hernanz. «Las curvas soberanas poseen, por fin, rentabilidades atractivas a
largo plazo, pero incluso en el escenario alternativo, de una recesión un poco
más acusada o un enfriamiento económico más severo, sería aún un mejor año para
la renta fija gubernamental, con lo cual donde estaríamos más cómodos sería en
la renta fija y sobre todo en la parte soberana».
De megatendencias habló Marina Pérez. «Nos ayudan a
identificar empresas y modelos de negocio, que se ven apoyadas por estas
tendencias y que dentro de las carteras de nuestros clientes les dan una
rentabilidad superior a la que obtendrían empleando solo un índice
tradicional».
La dispersión en bolsa y la selectividad son para
Themudo, dos puntos fundamentales para un inversor de cara al futuro. «La transición
energética se está acelerando, sea en 2040, 2050, 2060, pero pasará, y las
compañías que sepan adaptarse se verán beneficiadas»