domingo, 5 de febrero de 2017

¿Regalando la cultura?

Salía yo de misa esta mañana a las 11 y de la que iba de regreso al parking me encontré con esto. No pude evitar hacer la foto. 


En el escaparate de una librerías más importantes de Gijón, la Librería Central en la calle San Bernardo, nos dicen que se venden 2.500 libros desde 1 euro hasta 3, 95 euros. Me pareció triste, muy triste, el poco valor de mercado que termina teniendo la literatura... 

Si un día mi talentoso hijo me dice que quiere ser escritor, me dará un pésima noticia. Todo será cuestión de orientarlo, hasta donde se deje. Las verdaderas vocaciones no se pueden frenar. Sin embargo, parece acostumbrado a vivir en una gran casa, a tener su propio terreno para jugar y a saber, aunque no sea caprichoso, que si un día tiene un capricho, sus padres se lo van a poder pagar. ¡Ojalá emplee sus neuronas en algo que le otorgue calidad de vida y seguridad económica! Sin eso, es muy difícil vivir y ser feliz. 

Y en cuanto a mi hija, todo parece indicar que será dueña de una poderosa belleza. Hay mujeres, todavía en el siglo XXI, que entienden que su belleza puede llegar a ser su sustento económico, a través del casorio. Es una obviedad que las mujeres hermosas encuentran pareja más fácilmente. Los hombres son así: vulnerables a la belleza física. Pero aunque lo pueda hacer, su madre no se lo va a consentir. Su madre le va a enseñar lo mismo que la mía me enseñó en su momento: que una mujer ha de ser capaz de pagarse los garbanzos y su propio techo. 

La foto está borrosa, amable lector, porque comenzaba a llover. Mejor dicho, a granizar. Bellísima la estampa de la mar gris y embravecida, bajo el granizo. Lástima que con la suavidad de las temperaturas a la vera del mar, el granizo nos dure poco. Tal vez termine nevando, lo cual no me hará tanta gracia, mañana lunes por la mañana cuando tenga que subir al Cristo a dar mi clase de Financial Investments  (Inversiones Financieras en inglés) en la Facultad de Economía y Empresa de Oviedo, a las nueve de la mañana. ¡No sería la primera vez! La nieve es muy bella para mirarla. Cuando hay que conducir, el panorama cambia. Pero estamos en febrero y es lo que toca....

¡Feliz mes de febrero, amable lector!