Hoy me toca piscina con mi niña. En breve. El pasado viernes me la llevé a Oviedo a escuchar el duetto Cercas y Vilas. Fue estupendo el encuentro.
A Vilas ya lo había escuchado alguna vez, de alguna entrevista con Berna González y está más presente en redes.
A Cercas nunca le había escuchado. Es una persona absolutamente encantadora y cercana.
Los dos estuvieron genial, pero Cercas además puso de manifiesto eso que todos los profesores de universidad llevamos en la cabeza que es la tolerancia a la crítica y lo receptivos que somos a ella. Hay escritores con un ego más grande que el mapa de Asia y que no admiten el más mínimo "pero" sobre su obra, incluso cuando hacen crítica. ¿Por qué?
¿Qué temen de alguien que les puede hacer una pregunta constructiva o una observación sobre su obra?
¿Tienen miedo de quien los ha leído con interés y les va a preguntar algo que refleja que han entendido lo que han leído?
Tal vez los hay que solo quieren que les digan lo estupendos y guapos que son.
Javier Cercas no es así.
Se metió al público ovetense en el bolsillo y a mí, también. Por supuesto.
Un señor.
Por cierto, Vilas, se está quedando en la sinfonía de un silbido. A dieta lo tiene la Dra. Merino. Será posible que no probó la fabada.....Tampoco es eso, creo yo.
Javier Cercas sí comió fabada. Un disfrutón.
Genial. Me lo pasé fenomenal. Y hoy también.
A nadar.....
Ambos son del año 1962.
La semana pasada ambos dos y estos días, tanto en Oviedo como en Gijón, se nos presenta José Ángel Mañas.
No podre ir...a la última juerga. Tengo otros planes. También divertidos.