En el catálogo de música, de verdad, de la música de verdad de la buena, y que no se ofenda nadie por favor, de lo más bello que se ha compuesto en cuestión de amor y romanticismo creo que es esto. El segundo movimiento del segundo concierto para piano de Chopin.
Tiene de todo: intensidad, ternura, pasión....todo. Riqueza de colores y sensaciones que son las que da el amor, que no es algo plano, ni monótono....No qué va.
En manos de Rubinstein, uno de los mejores intérpretes de Chopin que en el mundo han sido. Y Chopin lo compuso evocando un amor de juventud, lo cual es muy difícil, componer o escribir sobre amores pasados, a no ser claro, que no se hayan ido totalmente para quien los escribe o compone.
Frédéric Chopin - Piano Concerto No. 2. II Larghetto | Arthur Rubinstein...
Me encanta esta frase de Serrat, totalmente coherente con esta música.
"A este mundo solo hemos venido a dos cosas:
a querer y a que nos quieran. Lo demás...."
