miércoles, 20 de febrero de 2019

Ni puñetera gracia

Me llegó este chiste y, la verdad, que no me ha hecho nada de gracia. Menos mal que tengo a NETO en la contraportada de EL COMERCIO cada día, porque debo de ser más simple que el asa de un cubo para entender los chistes. Si ya me lo decían mis amigas que yo era muy seria. Y trato de echarle buen humor a la vida y, de vez en cuando se ríen en clase mis alumnos, aunque tengo ironía dura, lo reconozco.

No me hace nada de gracia. En primer lugar, y que me perdonen las feministas radicales, ella está incumpliendo sus deberes conyugales. Si no estás para cumplir algo, te divorcias. Otra cosa es que esté enfadada y entonces él tampoco tendría ganas. Hay parejas que lo arreglan en la cama, todo puede pasar. Pero ella no dice que esté enfadada sino que está fuera de servicio. Luego hay que verla  a ella. Los años van pasando factura. Ya se sabe. ¿Verdad que lo sabemos chicas? Pero ponerse los rulos para meterse en la cama ya es una autodeclaración de que estás fuera de servicio y te muestras poco apetecible. Los rulos para estar bien al día siguiente cuando vayas a tomar el café con las amigas, eso pensando bien. ¿No es mejor idea ponerse los rulos en el momento en que él va al supermercado y te trae la compra a casa, que pesan muchos las bolsas, y no es cosa buena para la espalda de una mujer? A la cama una esposa va aseada y presentable. No hace falta Womens Secret a diario, pero digna de ver, aunque el tiempo pase y lo que se vea cada día esté peor. Pero lo mejor posible. 



¿Y él? ¿Acaso no tiene mérito él? Que con sus carnes mayores, su calva y sus respetables canas siga queriendo estar con su mujer y sea, además, capaz de hacerlo al mostrarse dispuesto ¿no tiene valor eso? De ahí su sorpresa imagino. 
No le veo la gracia. Por más que lo miro, la verdad que ni puñetera gracia. Algunas mujeres igual se la ven pero yo no. 

Si aún quiere a su mujer y la quiere como está, vieja y mayor como él, y le hace eso, yo creo que debería ponerse el pijama, dormir tranquilo (o no) esa noche y por la mañana ir a la abogado y pedir el divorcio. Y eso es una decisión muy seria después de años de matrimonio. Una decisión muy seria que hay que pensar muy bien. Requetebien. 

De verdad, que por más que lo miro, no le veo ni puñetera gracia al chiste. 

Seré simple yo.....