A mi madre siempre le gustó muchísimo Julio
Iglesias. A todas horas estaba con él, así que mi rebeldía de niña y
adolescente y de músico de fino oído era decir que no me gustaba nada.
"¡Pero si no tiene voz, mamá!". Y sí, la verdad es que un vozarrón
enorme no tiene pero es un artista como la copa de un pino. Ya de veinteañera
lo escuché en vivo y en directo en Oviedo, pensando que ahí, en el directo, iba
a confirmar mis sospechas de su pobre voz. ¡Qué va!...Más de dos horas de
concierto, sin despeinarse, casi sin probar agua y en forma. Y ya no era un
chaval. Un gran artista de merecido éxito. Nuestro Sinatra internacional que
canta aquí al caballero.
Pues sí. Me gusta Julio Iglesias. Como
decía Oscar Wilde, todas las mujeres se acaban pareciendo a sus madres. El
destino, que no puedes escapar de él.