martes, 27 de abril de 2021

Cuando de verdad hay amor...

Después de sus ajetreadas vidas, les llegó la calma (y la mutua pasión). 

Para ella fue su tercer marido.

Cuando hay amor de verdad entre un hombre y una mujer, nada importa. Solo eso. 

Este interesante reportaje de Vanity Fair lo relata muy bien. 



https://www.revistavanityfair.es/cultura/entretenimiento/articulos/boda-iman-y-bowie/44873

Pero, justo a tiempo para el rescate, apareció, vestida de cuero negro, Iman. La misma noche en la que se conocieron en el cumpleaños de Teddy Antolin, ya se pusieron a decidir los nombres de sus futuros hijos, así de seguros estaban de su amor. Tanto, que David le pidió matrimonio dos veces, ambas en París. En octubre del 91, navegando por el Sena de noche, David adaptó la canción April in Paris del musical Walk a Little faster cambiándola a “October in Paris”. Al pasar bajo el Pont Neuf, le propuso matrimonio. “Por fortuna, funcionó”, contaría él. “Todo fue perfecto. Cenábamos a la luz de las velas mientras el barco surcaba sereno las aguas del río, y tan solo tuve que ponerme de pie y cantar “October in Paris”. Lo que haría cualquiera”. La segunda proposición llegaría pocos días después, el 29 de octubre en un escenario mucho menos íntimo: literalmente, desde el escenario del Olympia, donde estaba actuando. El público presente estalló de emoción, y ella por supuesto dijo sí. Satisfecho, se puso a tocar el saxofón.

La pareja se casó primero en una ceremonia civil en el ayuntamiento de Lausana, con solo dos testigos y sin invitados. “La boda que David había planeado con Melissa en Florencia, con el tiempo, se celebraría, pero no con ella sino con Iman, y un nivel muy superior a lo que inicialmente tenían en mente”, contaba George Underwood. La diferencia con el primer matrimonio del artista era obvia: de un trámite burocrático exprés se pasaba a una gran ceremonia religiosa –aunque Iman declaraba seguir siendo musulmana-, con todo el boato clásico posible y la venta de una entrevista a la edición británica de ¡Hola! por 2 millones de libras. La víspera de la boda la pasaron Iman y David en habitaciones separadas, para contrastar todavía más con aquel trío que habían hecho Angie y David horas antes de su enlace.

Y si hay amor, no hay soledad.