Hay algo que no comparto en el artículo escrito por este padre: sí creo que, en el caso de que cumplan unos mínimos protocolos, mejores o peores, los niños están seguros o más seguros en el colegio que en otro lugar. Los universitarios están más seguros en las aulas de nuestra Universidad que apelotonados en una sidrería. Es evidente. Y sí, como bien dice el autor de este artículo, es muy difícil ser padre o madre, aunque hay hijos que lo ponen más fácil que otros, evidentemente. En ese sentido, soy una madre muy afortunada.
Eso sí, la incompetencia de algunas cabezas de Ministerio es manifiesta. Creo que la susodicha tiene un patrimonio espectacular (¿es eso un mérito para ser ministra?), pero me dieron sudores fríos el día que la escuché en una rueda de prensa explicando, o intentando explicar, unos porcentajes. De pena y dolor. De veras. Y añadiría que de vergüenza ajena.
En EL COMERCIO 12.09/2020. "Idiotas y deseperados". De Juan Gómez-Jurado.
Poniéndole humor al asunto. Triste asunto para muchos.
