Depende del hombre. Está claro. Los hay que les importa más la mujer que sus zapatos o que, sencillamente, los zapatos de tacón no le dicen nada, ni aportan nada de valor a la mujer que ya valoran de por sí. Como su madre la trajo al mundo.
A mí sí me gustan mucho los tacones y las sandalias de tacón de aguja.