No se puede decir que hiele en Gijón pero hemos tenido pista de hielo en Navidad. Ya hace varios años que la ponen.
Esta Navidad también la han instalado en Oviedo. En casa, quien más se atreve es mi niña.
Yo quedaba en una pista que se llamaba Cechini, en Oviedo, con mis amigas, pero eran patines de ruedas. Con la cuchilla nunca me he atrevido.
¿Qué nos dice la bola de cristal para el 2020?
¡Qué pesada mami con las fotos!
Muy profilácticos con la bolsita para el alquiler de las botas. Bien hecho. La profilaxis siempre es necesaria CUANDO NO HAY CONFIANZA. Lo cual, en ciertos ámbitos, es una pena. Y una mentira, por descontado.
Mientras estoy sentada al lado de mi hijo,
que no le apetece patinar sino jugar en el teléfono de su padre una partida de
ajedrez con un canadiense, miro a mi esposo y padre de mis hijos, y sigo
sorprendiéndome de que alguien de su estatura me viese una noche de verano
gijonesa del siglo pasado, aunque mi primer novio medía un metro ochenta y
cinco.
Estoy muy acostumbrada a medir a
"ojímetro" la estatura de los hombres que se me acercaban, por la
tiranía de la maternidad que siempre ha pesado de una forma zoológica en mí
para la mejora de la especie. Y cumplí mi tarea de la maternidad. Con eso
cumplí. No le puedo pedir más a la vida en lo relativo a los hijos.
Absolutamente nada más.
Olé por mi chica...