"Es, lisa y llanamente, sincera y emocionante, ajena al cinismo o a la impostura y exige una cierta complicidad con el que escucha, un acuerdo tácito sobre cosas ya sabidas, ya vividas o simplemente ensoñadas desde la necesidad y el aislamiento de la adolescencia. Y ése es una país que seguimos guardando dentro ¿no? (si no ¿qué haces leyendo este libro en vez de las páginas salmón de El País?)".
Bueno, en realidad el suplemento de El País salmón, que no está mal, tampoco es mi alimento diario. Expansión y Cinco Días es mi lectura diaria entre otras cosas, pero lo cortés no quita lo valiente. Se puede leer eso por obligación y otras cosas por devoción.
Es propio de gente curiosa. ¿O no?
