Esta mañana, cuando he salido de cantar y tocar en misa el maravilloso órgano de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús de Gijón, sintonicé una emisora de esta ciudad de Xixón que se llama Carrusel FM. Hablan en asturiano, los locutores son muy animosos, suele llamar gente mayor para pedir canciones, porque ponen paso dobles, cuplés, y las típicas canciones que se escuchan en las verbenas de "prau" en los veranos de por aquí. Llamó una señora para pedir esta canción para un compañero de la residencia de ancianos que cumplía 90 años y para dedicársela por su cumple. Esta canción se suele cantar en todas las fiestas señaladas de Gijón, y me pregunto si la cantaría Arturo Fernández, que también cumplió 90 estos días, y que es natural de Gijón. Parece una canción de despedida de la ciudad, pero es bonita. Los ovetenses tenemos como misión en la vida decir que nos aborrece esta canción y que no significa nada, pero, servidora, después de 18 y va para 19 años este próximo diciembre viviendo aquí, pues algo, algo también hay de Gijón en la ovetense que gestiona este blog.
He vivido muchas cosas buenas aquí y la mejor, el nacimiento de mis hijos en el hospital de Gijón. He sido madre aquí, así que, como dice la canción, va muy dentro de mis entrañas...
No debería reconocer que me emocioné cuando la escuché pero la verdad es que sí. ¡Qué vergüenza pero sí, me pasó!
