viernes, 29 de marzo de 2019

Drogas ya no. Sexo y rock, sí

Actúa hoy en el Teatro de la Laboral. Ni de broma convencería a mi esposo para asistir. Y por mí, yo iría la verdad. Nunca he comprado un disco suyo pero alguien me los grababa en casettes de cromo. Tenía canciones que me gustaban. La entrevista en EL COMERCIO de ayer, muy sincera. Espero que le vaya bien por Xixón y a la vera de mi lugar de trabajo. A esas horas, no estaré ahí. 

Suerte Carlos y que tus revoluciones interiores sean para bien. Dejo enlace de su interesante entrevista en EL COMERCIO. 

CARLOS GOÑI


https://www.elcomercio.es/culturas/musica/drogas-sexo-rock-20190328002450-ntvo.html



«Drogas ya no. Sexo y rock, sí»


A Carlos (1961) se le notan los años. Se le nota vivido. 

Se divorció, borró cientos de contactos del móvil y ha adelgazado doce kilos. Carlos Goñi va por su tercera revolución, con la que mañana llega a Gijón. 

De la entrevista destaco dos cosas. Lo que comenta de positivo en relación con el clero. Para mí fue lo mismo. Las monjas, durante 13 años, solo me dieron cosas buenas, me enseñaron matemáticas y me enseñaron a leer y escribir. Mi madre me llevó a las Dominicas, al mismo colegio que ella había ido, pero a ella le pegaban con una regla en los dedos si se equivocaba. Por eso, mi madre toma distancia con el clero, con las monjas. A mí solo me han dado cosas buenas, y cuando he estado mal, la fe, o mi particular forma de vivir la fe, y la paz que he encontrado en muchas personas en ese mundo, me ha ayudado a seguir viviendo. A querer seguir viviendo. La Iglesia para mí ha sido una gran ayuda en mi vida. Jamás podría dar a la espalda a algo que me ha enseñado tanto y que me ha ayudado tanto a vivir. Jamás. Forma parte de mi ser y de mi vida y no me ha impedido nada, ni siquiera casarme con un ateo por la gracia de Dios. Ningún problema. Cada persona busca ayuda en lo que cree y le importa y respetándose mutuamente, no hay ningún problema. 

Dice Goñi: 

-¿Qué tal con el clero?
-Lo único que puedo decir es que en el 73 había un cura que nos enseñaba a Lorca y Miguel Hernández, que había que echarle mucho valor. Hoy lo tengo en el altar. A mí nunca me han metido mano. No tengo más que palabras de agradecimiento para ellos.
-¿Le transmitieron su fe?
-Me transmitieron algo mucho mejor: la duda, poner en cuestión lo que te dicen, que debería ser uno de los pilares básicos de la educación. Hoy soy una persona que pone en cuarentena muchas de las cosas que escucha y que lee. De hecho, cuando alguien me pregunta qué queda del Carlos Goñi de los inicios, le respondo: «Espero que nada». Porque detesto a la gente que dice: «Yo sigo exactamente igual que al principio». Pienso: «¡Joder, pues vaya pérdida de tiempo!» (risas).
Yo, drogas nunca. Salvo la música y una copita de vino o de cava de vez en cuando. 
Dice Goñi: 
-¿Sexo, drogas y rock&roll?
-Drogas ya no. Sexo y rock, sí, pero reconozco que los últimos años he oído más jazz y música clásica. La he descubierto hace apenas tres años en serio y... ¡qué malos somos los del rock! (ríe).
¡¡Y ahora se entera de que la buena música es buena y es difícil!! Y es otra cosa. Nunca es tarde si la dicha es buena. Que vaya bien la noche por Xixón, Carlos.