lunes, 11 de marzo de 2019

Cello y piano


Fresquitas tengo las entradas recién compradas en la taquilla del Teatro Campoamor de Oviedo para disfrutar del concierto organizado por las Jornadas de Piano Luis G. Iberni. Iré con mis hijos: un pianista y una cellista. Dúo perfecto.
Dejo aquí la maravilllosa sonata para cello y piano de Chopin. Tengo en casa una versión extraordinaria de Rostropovich y Argerich. Grabación de referencia de veras. 
Los músicos de conservatorio alimentamos el alma y el espíritu con buena música. Podemos escuchar muchas cosas pero sabemos de verdad donde está el buen alimento, el que es realmente enriquecedor y lo que es "puxarra". 
Me alegro muchísimo de haber transmitido eso a mis hijos. Desde que tocaba a Mozart al piano mientras ellos estaban en mi vientre, deseaba que eso fuera así y estoy feliz y orgullosa de haberlo logrado. No es que hayan mamado la buena música desde la cuna, o mientras mamaban de mis pechos, que también, sino cuando se estaban desarrollando dentro de mi vientre. La maternidad es algo poderoso y grandioso.