lunes, 11 de marzo de 2019

Por los suelos

Este artículo fue publicado el SÁBADO 09.03.2019 
en la SECCIÓN de ECONOMÍA del diario EL COMERCIO 

Yo no sé cómo está usted, amable lector, pero los tipos de interés están por los suelos. Así llevan una temporada larga, larguísima y así parece que van a seguir. Estamos inmersos en una nueva era, la de los tipos de interés bajos y, junto a este cambio, pueden aparecer nuevos riesgos. Existen elementos que hacen pensar que el entorno de tipos de interés bajos tiene visos de continuar, como por ejemplo las expectativas de tipos de interés implícitas en las cotizaciones de los activos financieros. A priori, cabría esperar que el BCE comience a subir el tipo de interés de referencia en los próximos trimestres pero, según los mercados, lo hará a un ritmo tan lento que dentro de cinco años todavía se mantendrá por debajo del 1%. Al otro lado del Atlántico, el ciclo de subidas de tipos parece que está llegando a su fin porque, de hecho, ya no se descarta que la Fed baje tipos el próximo año. Lo que está claro es que nunca los tipos de interés de referencia se habían situado en cotas tan bajas durante tanto tiempo. Recuerdo que mis padres pagaron su hipoteca al 15% de interés y no hace tantos años de eso. Este cambio de tendencia se concibe como resultado de una mejor gestión de la política monetaria, que ha permitido mantener tasas de inflación menores, y de una transformación económica y social profunda y estructural, ligada al envejecimiento de la población y al progreso tecnológico. Como esto ya sucede desde hace tiempo, el presionar al alza el ahorro y deprimir la propensión a invertir, ha provocado que los tipos de interés que equilibran la oferta y la demanda de ahorro hayan ido descendiendo. Es evidente que la situación también tiene riesgos asociados, como el aumento de la presión política sobre los bancos centrales para que lleven a cabo una política monetaria más acomodaticia. Esto podría llevar a pensar que los bancos centrales no son tan independientes como, a priori, deben ser. Las interpelaciones de Trump a la Fed para que frene el aumento de tipos parecen corroborar esta sospecha acerca del problema de falta de independencia. Es fundamental impedir que los gobiernos puedan dilacerar la independencia de los bancos centrales. Ya sea la FED o el BCE.



España, con algunos de los más recientes nombramientos, está consiguiendo hacerse con puestos de elevada relevancia en el ámbito financiero europeo y está en condiciones de decir algo acerca de su evolución. En primer lugar, el que fuera ministro de Economía, Industria y Competitividad con el Gobierno de Mariano Rajoy, Luis de Guindos, quien ejerce desde junio del año pasado la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE) y se responsabiliza de la estabilidad financiera de la eurozona y de las cuestiones relativas a políticas macro-prudenciales. Bien sabe, desde su posición, que subidas fuertes de tipos pueden afectar a la competitividad de la economía española, así que seguro está en su mente impedir que se desboquen. Por otra parte, la reciente nominación del ovetense José Manuel Campa como nuevo presidente de la Autoridad Bancaria Europea también contribuye a que España se siga haciendo fuerte en las instituciones europeas. Conocí a Campa allá por 1999, en una comida tras la Jornadas de Economía Industrial en Madrid. Por entonces, aún ejercía su labor académica en EE.UU. Es una persona de una calidad humana y profesional indiscutible y del que me llamó la atención un rasgo: lo rápido que hablaba. Es de ese tipo de personas en las que parece que las palabras son incapaces de seguir la velocidad de sus pensamientos. Desde su presidencia en la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés) en sustitución del italiano Andrea Enria, tiene retos importantes y conoce bien la necesidad de subida de tipos interés para la banca, dados los estrechos márgenes con los que opera. Seguro que no se produce choque de trenes entre españoles. Seguro que no. Ambos me merecen la mayor estima y admiración profesional en el ámbito financiero.