viernes, 15 de noviembre de 2019

Víctor del Árbol o el orgullo social

Leí hace unos meses un libro sobre el amor, titulado precisamente así, "Amor" de Álex Rovira, y llegué a una página en concreto y pensé: "Víctor del Árbol". 
Podría haber pensado en otras personas y otras relaciones pero me vino a la mente inmediatamente este señor, cuya literatura considero prescindible. El pone esta cara en su red y siente orgullo social.


Le regalé a mi madre su libro de "Antes de los años terribles" y fue terrible para ella terminarlo. Es duro. Me chirrió muchísimo de este hombre, cuando lo escuché en una entrevista presumir de que las mujeres francesas le tiraban bragas. Me pareció surrealista en un hombre, presumir de esa forma. Me genera rechazo. Hasta un hombre tan primario intelectualmente como Jesulín de Ubrique reaccionaba mejor a tal hecho. Esquivaba la pregunta y le molestaba hablar de ello cuando el entrevistador le preguntaba por la ropa interior que le tiraban en la plaza. 

Sin embargo, esto me gusta de este señor. Su orgullo social. No quiere decir que quien no lo haga no esté bien en su relación. Cada uno lleva su vida privada como le viene en gana y la mayoría, en privado. Pero este señor lo hace. Y su pareja ídem. Y a mí me gusta ver parejas felices y que se aman y lo muestran, sobre todo porque no es una impostura o, desde luego, no lo parece. 

Álex Rovira, en su libro AMOR, de páginas 155 a 157 describe las CINCO patas del amor: 
1. Buen entendimiento físico desde la ternura hasta la sexualidad.
2.Compatibilidad de caracteres y confortabilidad en la relación. 
3. Compartir una manera de ver el mundo. Compartir valores. 
4. Un proyecto de vida compartido, con personas adultas, con autonomía, con convergencias con nuestra vida, lo que facilita la relación y evita simbiosis y dependencias que acaban destruyendo la calidad del vínculo. 
5. Orgullo social. ¿Nos sentimos orgullosos de nuestra pareja ante el mundo?. 

Fue leer esta última pregunta y la verdad que se me vino a la mente este señor. De la importancia de su literatura tengo mis dudas. Ahora de esto, me gusta lo que hace y por qué lo hace. Alguna cosa tendría que hacer bien. 

Fuente: instagram Victor del Árbol y esposa. 

Que yo sepa este señor no es poeta, pero le ha quedado bien. Si es suyo el poema. Le ha salido del corazón. Se nota.