Siempre me impacta leer muertes de gente
joven pero esta muerte me ha bloqueado. Fallecer a los dos años de que te
diagnostiquen una enfermedad, hace pensar en esa palabra maldita que empieza
por C, y que no quiero mencionar.
Pero fallecer por un asma, en
dos años, una niña de 13 añitos...
La fragilidad de la
vida.