Este es el cartel anunciador de la actividad que se desarrolló el pasado sábado en la Plaza Mayor de Gijón. Me parecen extraordinarias este tipo de iniciativas.
Por supuesto, mi pequeño Taimánov no quiso faltar a la cita. Afortunadamente, el "orbayu" de por la mañana no hizo su aparición de tarde, aunque a los asturianos no nos asusta la lluvia. A mí, más bien, lo que me asusta es que cada día llueva menos. Quiero verdor a mi alrededor.
El caso es que, a pesar de que mi hijo ya lleva unos años compitiendo, no termino de acostumbrarme al hecho de que me diga: "Mamá, me lo he pasado fenomenal". Y lo que ha hecho es estar sentado varias horas en una silla, mirando un tablero en blanco y negro, en sus días de fin de semana, de relax y dispersión. "¡Pero si ni siquiera tiene colores!", declara su hermanita. De momento, a ella no le motiva nada el ajedrez. ¿Habrá diferencias de género en lo que al ajedrez se refiere?
Cada uno se divierte como se divierte. Como decía el torero: "Hay gente pa tó". Me ha parecido muy bello ver el lugar de jaleo y sidrerías tomado por estos guerreros del tablero. ¡Da gusto verlos! Concentrados, en silencio y sobre todo felices. ¡¡Muy felices!!
Muy bueno el artículo de Adrián Ausín en EL COMERCIO del pasado viernes 2 de junio, dedicado al ajedrez.
